¿ES POSIBLE UNA VOCACIÓN MÉDICA HOY? 

¿ES POSIBLE UNA VOCACIÓN MÉDICA CRISTIANA HOY? 

El Grupo “MaterCare International”, que reúne a los Obstetras y Ginecólogos de la Federación Internacional de  las Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC) tuvo a bien dedicar su sesión bianual en 2019 al análisis de la  decisión de ser médico hoy, interrogándose sobre si sigue siendo una vocación, como siempre se  ha considerado, o se ha convertido en una atracción ante el desarrollo y aplicación de las nuevas  tecnologías y el manejo de otros valores que den más importancia al éxito de la técnica que a la  humanización de la asistencia al enfermo. No en vano escribía Mons. José Luis Redrado, OSJD: nuestros  Hospitales son, hoy día, templos de la ciencia y de la tecnología, y muchas veces no están  centrados en los enfermos sino sobre otros intereses, al punto que la investigación parece pasar  sobre ellos. La gran cuestión que se plantea es: ¿Hay que hacer todo aquello que la ciencia y la  tecnología nos ofrecen hoy? ¿tiene límites la ciencia? Hemos de hacer aquello que puede servir  mejor a las personas y especialmente a los enfermos1.  

Tenemos que preguntarnos: si no se ha pasado del espíritu del Buen Samaritano, al de un “cyber  doctor”, o al de un transhumanista para quien todo está permitido con tal de llegar a eliminar  todo sufrimiento y conseguir una vida sin muerte y, si no ha llegado el momento de reflexionar  sobre la necesidad de pasar de la medicina basada en la evidencia a un arte médico centrado  sobre el enfermo, a una medicina totalmente centrada en la persona. 

SITUACIÓN ACTUAL Medicina, Ciencia & Sociedad en el Tercer Milenio 

Hace años toda vocación era una llamada, ligada al cristianismo, la llamada de Dios. Martin Lutero  y John Calvino enfatizaron la importancia de todo trabajo como algo a lo que una persona era  llamada por Dios. Se tenía la idea de que el trabajo de toda persona – en nuestro caso la medicina  – era una llamada real. 

Las características de una llamada de este tipo quieren decir, que una Carrera de medicina tiene  menos que ver con una realización personal y más con una respuesta a una necesidad y una  exigencia a contribuir al bien común. Una mentalidad centrada en “nosotros” o en la “Sociedad”,  en lugar de en mí, en el YO. 

Pensando en esta generación, algunos creen que parece que hoy esta actitud se ha perdido…  Entre los estudiantes, residentes, médicos jóvenes, las conversaciones sobre la Carrera de  medicina parecen centrarse en uno mismo: ¿Cuánto dinero voy a ganar? ¿cuánto prestigio voy a  alcanzar? ¿qué estilo de vida voy a poder tener? ¿me voy a realizar? Hace ya algún tiempo que la  profesión médica ha dejado de ser una profesión liberal para seguir un modelo administrativo,  regido incluso por convenio. El tema que más preocupa parece ser el “YO”. Antes, la medicina era el medio para ayudar a las personas, ahora no. Esto está ligado a un  entorno sociológico más amplio que enfatiza la autorrealización personal y la autonomía individual  por encima del bienestar colectivo. 

Robert Bella en su libro (Habits of the Heart) escribe: “we have put our own good, as individuals…  ahead of the common good.” (“Hemos puesto nuestro propio bien, como individuos… por encima  del bien común”) y esto es un problema especialmente agudo en medicina, ya que no estamos  

1 Discurso de Mgr. Redrado (Orden Hospitalaria de S. Juan de Dios) con ocasión de los 25 años de la Cátedra de  Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas, enero 2012 cuidando las finanzas o los productos de la gente, sino que estamos cuidando a personas en un  momento de vulnerabilidad. 

La Medicina es un puesto donde se consigue dinero y prestigio. Es una actividad fácil para buscar  el beneficio propio, pero es una profesión especialmente peligrosa, en la cual buscar esas  posibilidades puede tener repercusiones y llevarnos a un cuidado inapropiado de las personas  vulnerables a las que hay que servir.  

Se da un camino ascendente: Cuando se busca la medicina solamente para una realización  personal, vemos a nuestros pacientes como meros objetos más que como a personas en  necesidad. Si los pacientes se nos presentan como casos que no nos aportan un interés para  nuestras carreras académicas…, devienen molestos, pesados, y los usamos sin interés, porque sus  cuestiones no nos aportan un beneficio, a menos que podamos hacer con su caso alguna  publicación para aumentar el curriculum. Son pacientes que no valen nuestro tiempo. No vemos  en ellos personas necesitadas de ayuda, ni nos vemos a nosotros como servidores públicos, más  bien los pacientes se nos vuelven un punto de interés secundario, incluso un obstáculo para nuestros objetivos. 

Si pensamos así…, SEREMOS DOCTORES, NO CUIDADORES 

Si queremos una generación de médicos que verdaderamente cuide, tenemos que cambiar la  cultura de la “medicina y yo” por otra de “medicina y pacientes” y nuestra función de ayuda.  Bellah sabiamente dice, tenemos que retornar a “la idea de trabajo como contribución al bien de  todos, y no meramente como un medio a nuestro propio progreso” 

Si hoy reconsideramos profundamente, el porqué de la medicina, a lo mejor encontramos en  nuestros corazones, un deseo genuino de estar siempre ahí, por nuestros pacientes.

Vocación 

Habrá que establecer la diferencia entre PROFESIÓN y VOCACIÓN 

Profesión es un tipo de trabajo que requiere formación profunda, moderna y experiencia práctica  o habilidades. Ejercer como un profesional, realmente quiere decir que uno ha de hacer lo que  otros piensan que eres capaz de hacer, con competencia, y por ello mereces respeto.  Dependiendo del lugar de trabajo y del tipo de éste, puede presentarse de formas diferentes, y  normalmente el trabajo profesional va sellado con una u otra forma de contrato. 

Vocación es la ocupación a la cual uno siente, fuertemente, la necesidad de dedicarse,  independientemente de ganar dinero o de otros beneficios. La vocación personal debería ser  aquello a lo que uno se siente impulsado a hacer porque eso da un sentido profundo a su vida. Un  tipo de trabajo que uno siente que está obligado a hacer y al cual dedica la mayor parte de su  tiempo y de sus energías  

Para trabajar en medicina, uno debería tener vocación para ello. Vocación que implica ser  “rigurosamente científico, profundamente humano, y éticamente correcto”, ya que es el destino  ideal, la misión específica que cada persona ha de ser y de hacer en su propia vida, algo en  nosotros que pugna por realizarse y que choca con nuestro entorno –alma, cuerpo, mundo social,  naturaleza- para que éstos le dejen “ser”, realizar su misión (Ortega y Gasset). Una llamada a un  cierto modo de existir, lo que sentimos “tener que ser”, la tarea o proyecto de existencia que hay  que realizar. 

El primer signo de la vocación personal es AMOR, que lucha y vence las dificultades en contra, que  intentan alejarle de dedicarse a ello y realizar su vocación, como la tarea personal ineludible. 

Vocación Médica 

La Vocación Médica, supone ese deseo interior y ese amor contra toda dificultad, ya que necesita  de todos los niveles de interpretación (literal, moral, alegórico, y analógico) para conseguir un  verdadero ENCUENTRO MÉDICO-PACIENTE. 

En el primer encuentro, el médico tiene que evaluar la situación del paciente, la verosimilitud de  sus términos, las imprecisiones en su expresión y la fidelidad narrativa, para utilidad del paciente y  crear empatía. Y al mismo tiempo explorar los valores del paciente. Sin olvidar que la persona  humana es una unidad, no un conglomerado de 5 componentes:

Espiritual 

Físico 

Espiritual

Físico 

Emocional 

Mental 

Social 

Emocional Mental Social 

Tras el primer encuentro, ha de seguir el camino de la razón para llegar a conocer la verdad: la  realidad del paciente en lo físico, lo mental, lo social, lo espiritual y lo emocional (Zubiri),  confrontado siempre con un sistema de referencias, para ir señalando algunas posibilidades de  diagnóstico y de diagnóstico diferencial y comprobando la veracidad de esas posibilidades  (evidencia) 

Y después de ello, venir al camino de la moral para contrastar si hay algunos valores en conflicto y  si los hubiera, respetando la autonomía personal, permitir al paciente participar en la deliberación  y decisión “sin olvidar que una situación emocional puede llevar al paciente a una ceguera  axiológica” y que habrá que darle tiempo para deliberar y llegar a la decisión correcta. 

Los médicos, en el ejercicio de su Profesión, no pueden olvidar sus principios morales, ni en el  momento de sus actos médicos, ni en el momento de manifestarlos. Su formación bioética no  debe fundamentarse solo en Principios, sino también y, principalmente, en las virtudes,  especialmente la prudencia, no como cautela sino como Phronesis o sabiduría practica (Pellegrino),  teniendo en mente un gran sentido del deber, ya que a menudo se conoce bien lo que se puede  hacer, pero se ignora lo que se tiene el DEBER de hacer. 

La autonomía del paciente, pide respeto, pero no descargar toda la responsabilidad en él, que  como sujeto moral, autónomo y responsable debe ser introducido en el proceso de deliberación y  toma de decisiones en todo aquello que le concierne. Habrá que analizar conjuntamente los  hechos, reflexionando sobre los valores que están en juego, para deducir los deberes a seguir 

Hechos Valores Deberes

La conciencia moral, tiene que guiar y dar una orientación sobre la decisión moral. Se trata de un  tipo de conciencia que pueda guiarnos en las decisiones más difíciles porque es en la subjetividad  del DEBER, donde se han de tomar las decisiones éticas, sabiendo que la Medicina es una ciencia  de probabilidad y no una ciencia de certeza, y sin olvidar que toda conciencia moral es  manipulable. 

La Legislación y los Códigos de Deontología Médica tienen que incorporar la objeción de  conciencia de los médicos por razones éticas, morales y religiosas, en orden a garantizar la libertad  y la independencia de los profesionales, sin dejar de considerar que hay conciencias patológicas  sea por laxitud o por rigidez de las mismas, y sin olvidar que la Objeción de Conciencia es  PERSONAL. 

La vocación médica hoy pide 

Amor al trabajo médico, Amor al paciente, Competencia, Dedicación y así cuando, lo que uno  quiere hacer y lo que debe hacer coinciden se produce paz y alegría: “se disfruta con y en el  trabajo médico” 

La Vocación Médica Cristiana, se identifica con la imagen-modelo del Buen Samaritano

Conciencia 

Colaboración

Acompañamiento 

El Buen  

Samaritano Cuidado 

Compasión Proximidad 

Vocación del Médico Laico Cristiano, y del personal sanitario católico 

Pide “ver las tareas diarias como una ocasión de acercarse a Dios, de cumplir su querer, y de servir  a otros acercándolos a Dios.” Christifideles Laici 52, y dando con la vida un testimonio coherente  de ello. “Un cristiano bautizado que lo es de verdad en su corazón, viviendo y cumpliendo su  profesión en cualquier lugar del mundo donde vive y ejerce su profesión puede ser un auténtico  cristiano”. 

Christifideles Laici invita a los siguientes campos de acción:  

• Promover la dignidad de la persona;  

• Proteger el inviolable derecho a la vida;  

• Reconocer la libertad religiosa y de la familia en su medio social;  

• Actuar con Caridad como inspiración y soporte a la solidaridad;  

• Aceptar el deber de toda persona a manifestarse en la política;  

• Considerar la centralidad de la persona en la esfera social y económica;  • Y evangelizar la cultura tanto a nivel general como cada cultura en particular 

El Papa, Francisco, se dirigía así a los trabajadores de la salud “tratar al enfermo como persona, no  como un número” (junio, 2019) 

• Cuidar la defensa, respeto y promoción de la vida. 

• El sistema de salud y los tratamientos han cambiado radicalmente, no solo por los  adelantos tecnológicos, sino también porque han aparecido problemas más serios de  naturaleza ética. 

• Toda práctica o intervención médica sobre el ser humano tiene que ser evaluada  cuidadosamente sobre si respeta la vida y la dignidad humana. 

• Agradece el “irremplazable servicio” a la gente más vulnerable o más necesitada en  función de la enfermedad, la edad o la marginación.  

Miren a su paciente, aprendan a llamarlo por su nombre. Estén abiertos a lo imprevisible” 

Cada persona es única e irrepetible, contemplar la humanidad de Cristo nos enseña que todo  individuo no es un número, sino una persona, única e irrepetible”. La eficiencia de la Corporación y  la reducción de costes pone a menudo las necesidades del paciente en segundo lugar, más que en  el acompañamiento del mismo a lo largo de su enfermedad. 

A los profesionales cristianos se les anima a dedicar una atención particular a la espiritualidad. De  manera que esta dimensión fundamental de la persona, tan importante pero frecuentemente  olvidada en nuestro tiempo, sea de nuevo puesta en valor y apreciada, especialmente para los que  viven con la enfermedad y para todos aquellos que están cerca de los que sufren”  

DESAFÍOS planteados a la vocación médica, cristiana o no, por la Medicina Moderna y la  Sociedad Contemporánea 

Los retos de la medicina moderna y de la sociedad a la vocación médica se centran en el valor de la  vida y de la dignidad humana desde el inicio hasta el fin (aborto, eutanasia…) 

• Ponderar el valor y aplicación del Diagnóstico genético prenatal o PGD y el Diagnóstico  sistemático o de screening, SGD, cuando autores, como Savulescu, pretenden que los  padres tienen la obligación moral de realizar el Diagnóstico genético de sus embriones y  hacer una selección de los mismos. 

• La creación de embriones con fines de reproducción, investigación o tratamiento.  • La clonación para obtener células troncales. No se puede eliminar una vida para salvar otra  vida. 

• La reproducción asistida, hasta qué límites… ¿Hasta la gestación subrogada?, • El Transhumanismo y posthumanismo (¿se puede y se debe cambiar al hombre?) • La robótica. ¿Pueden los robots y los cyborgs tratar y cuidar al paciente? • La Sociedad del máximo bienestar, el mayor bienestar ¿para quién?, ¿para todos?  • ¿Puede la autonomía del paciente exigir una intervención que no está médicamente  indicada?  

• Las situaciones de Género, ¿Para quién? ¿por qué? 

• Ética, Ley, Legislación y Política 

Respeto de La Vida y de Creación de embriones para  investigación 

As. Med. a la  reproducción ¿hasta la  Maternidad  Subrogada?  la Dignidad al fin) PGD y  SGD,  Genética 

Transhumanismo, ¿Por qué y para quién? Hay una diferencia entre tratar, mejorar y querer cambiar  al hombre 

TratamientoEnhancement o Mejora 

Situaciones de Género y Teorías: Queer Theories…  

Cambiar al hombre

El mayor Bienestar posible, físico, intelectual, social, emocional, espiritual, económico,  ocupacional, ambiental… ¿Para quién? ¿Para todos y cada uno? 

La Autonomía del Paciente, ¿puede, el paciente, exigir un tratamiento que no está médicamente  indicado? Cambio de una Medicina Paternalista a un Modelo Autonomista o Deliberativo 

La Burocracia UN NUEVO ORDEN MUNDIAL 

Una globalización tecno-liberal  

Una globalización técnica de la comunidad 

La Genética y la terapia de la línea germinal 

La Hibridación “Máquina–Hombre” (Cyborg) 

La Inteligencia Artificial (no diferencia con los Humanos) Kurzweil 

Las Tecnologías Convergentes: NBIC 

El Transhumanismo y Posthumanismo 

Una Nueva Humanidad (Avatar 2045) 

Politización & Comercialización La 4ª Revolución Industrial 

Ética y Ley “Legislación” 

ÉTICA: ¿Tenemos que hacer todo aquello que la ciencia y la tecnología nos ofrecen? ¿qué debemos hacer…? lo que es necesario para servir a las personas, a los enfermos.  LEY: ¿Puede la Ley obligar a retirar un tratamiento y llevar al paciente a su muerte?  ¿se puede legislar para imponer el “Derecho Reproductivo” incluyendo el fin de un embarazo? 

La Objeción de conciencia se basa “en la necesidad personal de no actuar en contra de la propia  convicción ética” 

La elección de objetar, tiene que ser tomada con respeto y humildad, sin que llegue a ser una  razón de orgullo o vanidad. 

En esas situaciones es fundamental el intercambiar razones y dialogar “especialmente con aquellos  que sostienen posiciones diferentes”, evitando siempre el condenar. 

Hoy parece que nuestros hospitales, son templos de ciencia y tecnología, y no están centrados en  los enfermos, incluso en algunos casos la investigación pasa por encima de los individuos… de los  enfermos. Al médico le tocará muchas veces quedarse en un desacuerdo democrático,  permaneciendo en la objeción de conciencia cuando muchas de las decisiones van en contra de  nuestros valores, y en contra de una visión cristiana del hombre y de la vida. La exigencia de una coherencia sobre la vida, podría llevar, en casos extremos, al mayor y supremo  testimonio del martirio, como nos lo muestran los mártires del siglo XIX en Corea…, y ahora, puede  llevarnos a perder el trabajo. 

Conclusión 

¿Es la Medicina una vocación posible hoy? Sí, siempre es posible curar y cuidar a la gente que vive  en nuestro mundo, a la gente real y a los Cyborgs. Atender a los más vulnerables… a los pobres,  los refugiados, los sin techo, así como a los que viven en los países en desarrollo, los menos  favorecidos 

A los pobres los tendréis siempre con vosotros, y siempre que tengáis un deseo les podéis hacer el  bien, (Mc 14, 7) 

ANEXOS 

1.Texto completo de la Declaración de Ginebra, octubre 2017. Promesa del médico:

PROMETO SOLEMNEMENTE dedicar mi vida al servicio de la humanidad; 

VELAR ante todo por la salud y el bienestar de mi paciente; 

RESPETAR la autonomía y la dignidad de mi paciente; 

VELAR con el máximo respeto por la vida humana; 

NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo,  nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social… se interpongan entre mis  deberes y mi paciente; 

GUARDAR Y RESPETAR los secretos confiados a mí, incluso después del fallecimiento del paciente; EJERCER mi profesión a conciencia y dignamente y conforme a la buena práctica médica;

PROMOVER el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; 

OTORGAR a mis maestros, colegas y estudiantes el respeto y la gratitud que merecen; COMPARTIR mis conocimientos médicos en beneficio del paciente y el avance de la salud; CUIDAR mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar atención médica del más alto nivel; 

NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades  ciudadanas, incluso bajo amenaza  

HAGO ESTAS PROMESAS solemne y libremente, bajo mi palabra de honor. 

2. Un CÓDIGO O CARTA CONSTITUCIONAL PARA LOS MÉDICOS: EL PROFESIONALISMO. Rev Chil  Infect 2004; 21(1): En febrero del año 2002 se publicó simultáneamente en las revistas Lancet1 y  Annals of Internal Medicine 2 un documento del mayor interés. Es la propuesta de un nuevo Código  o Carta Constitucional para la profesión médica, que propone los ideales a los que “todos los  profesionales de la medicina pueden y debieran aspirar”. El documento es el producto de varios  años de trabajo mancomunado de tres instituciones muy importantes, dedicadas a la medicina  interna y en buena medida reguladoras de ésta: American Board of Internal Medicine, American  College of Physicians y Federación Europea de Medicina Interna. No obstante ese origen, sus  alcances llegan a todas las disciplinas médicas. El Código consiste en una introducción o preámbulo  de sus fundamentos, seguido de la propuesta de tres principios básicos y diez compromisos.  

Preámbulo: el Profesionalismo es la base del contrato de la medicina con la sociedad. 

El vocablo “profesionalismo”, en la lengua castellana no refleja el contenido de esa Carta  Constitucional, pero está aceptado universalmente, probablemente porque en inglés expresa  mejor el contenido de este documento. En todo caso, esta Carta o Código establece principios y  compromisos que son propios y exclusivos de la profesión de médico. Todos los médicos  debiéramos conocer el contenido de este Código y tratar de llevarlo a la práctica. Las revistas  médicas, las sociedades de especialidades y las Escuelas de Medicina debieran participar en el  esfuerzo de divulgar estas ideas. 

Principios Fundamentales 

Principio de primacía del bienestar del paciente. Con altruismo se contribuye a la confianza y a  una buena relación médico-paciente. Las fuerzas del mercado, las presiones sociales y las  exigencias administrativas no pueden vulnerar este principio  

Principio de autonomía del paciente. Los médicos deben ser honestos con los pacientes y  capacitarlos para que tomen decisiones informadas sobre su tratamiento  

Principio de justicia social. Los médicos deben trabajar activamente para eliminar toda  discriminación en los cuidados de salud, sea por razones étnicas o raciales, de género,  socioeconómicas, religiosas o de cualquier otra categoría social 

Responsabilidades o Compromisos profesionales  

Compromiso de competencia profesional. Los médicos deben aprender toda la vida  Compromiso de honestidad con los pacientes. Los médicos deben asegurarse de que los  pacientes estén completa y honestamente informados antes de aceptar un tratamiento; deberán  estar capacitados para decidir sobre el curso de la terapia 

Compromiso de mantener relaciones apropiadas con los pacientes. Los médicos nunca deberán  aprovecharse sexualmente de sus pacientes, ni obtener con ellos ganancias financieras personales  o utilizarlos con ningún otro propósito privado.  

Compromiso con la confidencialidad del paciente. Satisfacer el compromiso de confidencialidad  es más importante hoy que nunca antes, dado el amplio uso de sistemas de información  electrónica para recopilar datos de los pacientes  

Compromiso con una mejor calidad del cuidado. El médico debe trabajar con otros profesionales  para reducir los errores, aumentar la seguridad de los pacientes, evitar el uso exagerado de los  recursos y optimizar los cuidados de salud  

Compromiso con mejorar el acceso al cuidado. Los médicos deben individual y colectivamente  esforzarse por reducir las barreras para una atención de salud equitativa  

Compromiso con una justa distribución de unos recursos limitados. Los médicos deben  comprometerse a trabajar con otros médicos, hospitales y economistas, para desarrollar guías de  cuidados costo-efectivos. La responsabilidad profesional de los médicos para una apropiada  asignación de recursos requiere evitar escrupulosamente efectuar exámenes y procedimientos  superfluos.  

Compromiso en mantener la confianza ante los conflictos de intereses. Los médicos tienen la  obligación de reconocer, alertar al público en general y afrontar los conflictos de intereses. Las  relaciones entre la industria y los líderes de opinión deben ser transparentes.  Compromiso con el conocimiento científico. Los médicos tienen el deber de resguardar los  estándares científicos, promover la investigación y crear nuevos conocimientos, asegurando su  apropiada utilización  

Compromiso con las responsabilidades profesionales. De los médicos se espera que participen en  procesos de autorregulación, incluyendo la rectificación y la disciplina de los miembros que han  faltado al cumplimiento de los estándares profesionales.  

Bibliografía 1.- Medical Professionalism in the new millennium: a physicians’ charter. Lancet 2002;  359: 520-2. 2.- Medical Professionalism in the new millennium: a physician charter. Ann Intern Med  2002; 136: 243-6. 3.- Blank L, Kimball H, McDonald W, Merino J. Medical professionalism in the new  Millennium: a Physician Charter 15 M 

En síntesis, la práctica de la medicina en la era moderna está sometida a grandes desafíos reales o  virtuales, en todas las culturas y sociedades. 

Estos desafíos se centran en el aumento de las desigualdades entre las necesidades legitimas de los  pacientes, los recursos disponibles para cubrir esas necesidades, el aumento de la dependencia de  las fuerzas del mercado para trasformar los sistemas de salud, y la tentación de los profesionales de  olvidar su compromiso tradicional, la prioridad de los intereses del paciente 

Para mantener la fidelidad del contrato social durante este turbulento tiempo, los médicos tienen  que reafirmar su activa dedicación a los principios del profesionalismo, que exige no solo un  compromiso personal con el bienestar de sus pacientes, sino también un esfuerzo colectivo por mejorar los sistemas de salud para bien de la sociedad.  

 Enero de 2022

Dra.  Mª Pilar Núñez-Cubero  Ginecóloga y Prof. de Bioética