Nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936. Ordenado sacerdote en la Compañía de Jesús el 13 de diciembre de 1969, fue elegido obispo titularde Auca y auxiliar de Buenos Aires, por Juan Pablo II y fue ordenado obispo el 27 de junio de 1992, en la catedral de Buenos Aires por el cardenal Antonio Quarracino, arzobispo de Buenos Aires. Fue promovido a arzobispo coadjutor de Buenos Aires el 3 de junio de 1997 e inició su ministerio pastoral como undécimo arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de1998. Su lema episcopal fue “miserando atque eligendo” (Jesús lo miró con misericordia y lo eligió).
También fue designado Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en la Argentina y que no cuentan con ordinario de su propio rito el 6 de noviembre de 1998.
Fue creado cardenal del título de San Roberto Belarmino, por JuanPablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001. Moderador del Tribunal Eclesiástico Nacional de segunda instancia. En la Santa Sede fue miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para el Clero y para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. También miembro del Comité de Presidencia del Pontificio Consejo para la Familia y del Consejo Post Sinodal y consejero de la Pontificia Comisión para América Latina.
En la Conferencia Episcopal Argentina fue miembro de la Comisión Permanente, y posteriormente Presidente de la misma durante varios períodos. Fue además presidente de la Comisión para la Universidad Católica Argentina y delegado de la Pastoral de Santuarios de la Comisión Episcopal de Liturgia.
El actual Santo Padre también fue Rector del Colegio Máximo de SanMiguel de los padres jesuitas así como también Decano de la Facultades de Filosofía y Teología.
En su actividad pastoral como sacerdote y luego obispo, se caracterizó por su extraordinaria preocupación por mejorar el nivel de vida de los más pobres y débiles de la sociedad.
Fue autor de diez libros y numerosas publicaciones vinculados a temas religiosos, educativos y sociales.
Se caracterizó siempre por su disposición al diálogo y a escuchar las propuestas de sus interlocutores a quienes trató siempre con especial deferencia sobre todo a los mas pobres y necesitados. Mantuvo un diálog oespecial con la comunidad judía y musulmana.
Como médicos debemos destacar en forma muy especial cuatro preocupaciones de tipo humano y bioético que siempre guiaron su labor apostólica.
1) Defensa de la vida y oposición a todas las tentativas de implantar en el país el aborto libre.
2) Promoción del matrimonio entre el varón y la mujer.
3) Fomento de los valores familiares y de la educación integral de los hijos.
4) Lucha incansable contra el abominable mal del narcotráfico y de la trata de personas.
Sostuvo incansablemente la defensa de la vida. Durante el pasado año, con ocasión de la aprobación de un protocolo para la legalización del aborto en la Ciudad de Buenos Aires, emitió una firme declaración expresando: “El aborto nunca es una solución. Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento, y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo”.
Se opuso con firmeza a las leyes que permitieron el matrimonio entre personas mismo sexo y sobre todo en el permiso de que pudieran adoptar hijos. Promocionó frente a ello los extraordinarios valores de la masculinidad y feminidad que deben expresar siempre los esposos.
Señaló reiteradamente también la importancia de la familia en la cultura de la vida: “La familia es condición necesaria para que una persona tome conciencia y valore su dignidad: en nuestra familia se nos trajo a la vida, se nos aceptó como valiosos por nosotros mismos (…) Sin la familia, que reconoce la dignidad de la persona por sí misma, la sociedad no logra percibir este valor en las situaciones límites. Sólo una mamá y un papá pueden decir con alegría, con orgullo y responsabilidad: vamos a ser padres, hemos concebido a nuestro hijo. La ciencia mira esto como desde afuera y hace disquisiciones acerca de la persona que no parten del centro: de su dignidad”.
Promocionó la fundación y difusión de institutos para la familia yse ocupó con especial dedicación de los problemas educativos de los niños en las escuelas publicas y privadas.
Se dedicó con gran empeño a los gravísimos problemas que ocasiona el trafico de drogas y al extraordinario mal que hacen a la población, en especial a los niños y a los jóvenes. Dedicó igual importancia al gravísimo tema de la trata de personas y al abuso de tantas personas en trabajos esclavizantes. Por ello se pronunció sobre la dignidad de la mujer y las niñas ante la trata y suplicó al Señor que le “cambie” el corazón a los “esclavistas”: “Estos que entran en la ciudad abierta a ver qué pueden saquear, qué vida pueden anular, qué niños pueden vender, qué familia pueden destruir”.
Su Santidad Francisco ha trabajado hasta ahora con ahinco por llevar a Cristo y a la Virgen María a todos los sectores de la población. ¡Estamos seguros que el Espíritu Santo guiará sus pasos para que pueda continuar con esa labor en toda la humanidad!
Dr. Fabian ROMANO, Secretario
Dr. Alejandro NOLAZCO, Presidente
Dr. Hugo O. M .OBIGLIO, Consejero
Dr. Carlos A. RAY, Consejero
CONSORCIO DE LOS MEDICOS CATOLICOS DE BUENOS AIRES