Foto: Goya atendido por el Dr. Arrieta

La Bioética es el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y de la salud examinadas a la luz de los valores y de los principios morales.                                                                        

    Warren .T. Reich

Existe una cierta confusión entre los fines de la Medicina y los objetivos de la misma.Se piensa que lo mas importante en Medicina es vencer la muerte y que con la tecnología adecuada se puede superar cualquier enfermedad. Y eso no siempre es así…


El sesgo dirigido a la curación, aun siendo muy importante, puede ser también costoso, arriesgado e incierto. Puede desembocar en algunos momentos en una progresiva escasez de recursos y hasta una profunda crisis ética. En el término medio puede estar la virtud (Aristóteles).


Entre las llamadas TRAMPAS DEL PROGRESO están:

    Innovación constante    Desarrollo tecnológico acelerado    Demanda creciente de servicios sanitarios    Un sesgo hacia la curación en detrimento del cuidado    Encarecimiento de la práctica de la Medicina    Riesgo profesional    Incertidumbre ética    Considerar que la Medicina es básicamente un tema gerencial de resultados exclusivamente económicos


El Comité de expertos de Hastings, centro fundado en 1969 y un referente mundial en Bioética, tiene la función de ayudar a las personas de hacer frente a decisiones críticas durante toda la vida con lucidez y prudencia; y que las instituciones y leyes de apoyo  ayuden a tomar buenas decisiones.

Todo paciente tiene derecho a que se apliquen los principios bioéticos de autonomía, beneficencia, “primum non nocere” (primero no hacer daño) y de justicia.Hay que valorar la relación médico-paciente que se ha convertido en una una relacion de extraños morales en bastantes ocasiones .

Se admiten nuevas responsabilidades en la asistencia a los pacientes:

1. Responsabilidad de curar, aliviar y consolar a los pacientes.

2. No abandonar a pacientes en situación terminal con la excusa de que “aquí la Medicina no tiene nada que hacer”.

Hay que acompañar hasta el final. Hay que apostar por una prevención responsable mas que únicamente por la curación. Por la calidad de vida en lugar de la cantidad. Reconocer la naturalidad de la enfermedad y de la muerte. Esforzarse en procurar la paz al final de la vida.

Hay que buscar horizontes nuevos pero sin abandonar los viejos surcos en los que siempre hemos arado.

Maimónides, filósofo,médico, rabino y teólogo del siglo XII dejó escritas bellas páginas de Ética médica:

“Haz que no vea más que al hombre en aquel que sufre. Haz que mi espíritu permanezca claro en toda circunstancia: pues grande y sublime es la ciencia que tiene por objeto conservar la salud y la vida de las criaturas”

Dr. Joaquín Callabed

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Oración de Maimónides

Oh Dios, llena mi alma de amor por mi arte y por todas las criaturas.

Que no admita que la sed de ganancia y el afán de gloria me influencien en el ejercicio de mi arte, porque los enemigos de la verdad y del amor de los hombres podrían fácilmente hacerme abusar y apartarme de hacer bien a tus hijos.

Sostén la fuerza de mi corazón para que esté siempre pronto a servir al pobre y al rico, al amigo y al enemigo, al bueno y al malo.

Haz que no vea en el hombre más que al que sufre.

Que mi espíritu se mantenga claro en el lecho del enfermo, que no se distraiga por cualquier pensamiento extraño, para que tenga presente todo lo que la experiencia y la ciencia le enseñaron; porque grandes y sublimes son los progresos de la ciencia que tienen como finalidad conservar la salud y la vida de todas las criaturas.

Haz que mis pacientes tengan confianza en mí y en mi arte y que sigan mis consejos y prescripciones.

Aleja del lecho de mis pacientes a los charlatanes, al ejército de parientes que dan mil consejos y a aquéllos que saben siempre todo; porque es una injerencia peligrosa que, por vanidad, hace malograr las mejores intenciones y lleva muchas veces a la muerte.

Si los ignorantes me censuran y escarnecen, otórgarne que el amor de mi arte, como una coraza, me torne invulnerable, para que pueda perseverar en la verdad sin atender al prestigio, al renombre y a la edad de mis detractores. Otórgame, Dios mío, la indulgencia y la paciencia necesaria al lado de los pacientes apasionados o groseros.

Haz que sea moderado en todo, pero insaciable en mi amor por la ciencia. Aparta de mí la idea de que lo puedo todo.

Dame la fuerza, la voluntad y la ocasión para arnpliar cada vez más mis conocimientos.

Que pueda hay descubrir en mi saber cosas que ayer no sospechaba, porque el arte es grande, pero el espíritu del hombre puede avanzar siempre más adelante.