Cientos de profesionales de la salud en Chile exigieron que la nueva Constitución mantenga como primer derecho humano el derecho a la vida desde la fecundación hasta su fin natural y que se derogue la ley de aborto bajo tres causales.
Redacción de Aciprensa
Los médicos reafirmaron su compromiso a través de un inserto en el diario El Mercurio el 1 de noviembre, una semana después de que un 78,27% de la ciudadanía aprobó la redacción de una nueva constitución.
“Frente al resultado del reciente plebiscito, exigimos que nuestra Constitución mantenga siempre como el primer Derecho Humano el derecho a la vida desde la fecundación hasta su fin natural y se derogue la Ley 21.030 responsable de tantas muertes evitables”, expresaron.
El aborto bajo tres causales en Chile (ley 21.030) fue aprobada durante el gobierno de Michelle Bachelet el 23 de septiembre 2017.
La discusión de la ley se caracterizó por presiones políticas, eufemismos y contradicciones jurídicas y valóricas; además, el documento nunca contó con la aprobación total de la ciudadanía.
Los médicos expresaron que “en su momento defendimos el derecho a la vida ante el Presidente de la República, diputados, senadores e incluso ante el Tribunal Constitucional y, con dolor, asistimos a la aprobación de la ley de interrupción del embarazo en tres causales”.
La ley describe que las mujeres podrán abortar cuando su vida esté en riesgo; por inviabilidad fetal, es decir, cuando el “embrión o feto padezca una alteración estructural congénita o genética de carácter letal” y por violación hasta las 12 semanas de gestación.
Con la salvedad que cuando se trate de una menor de 14 años, el plazo se extenderá hasta las 14 semanas de gestación.
Los profesionales de la salud recordaron que “el embrión es un ser humano que se desarrolla desde la fecundación, momento tras momento, sin discontinuidad, expresando su genoma único y diferente al de sus padres”.
Asimismo, sostuvieron que en la atención a la madre y su hijo por nacer se encuentran frente a “dos vidas que debemos cuidar”.
“El derecho de la mujer sobre su cuerpo no se extienden a disponer de la vida del que está en gestación en su seno”, por ello, “las políticas públicas deben favorecer que las madre puedan llevar a término su embarazo de la mejor forma posible”, aseguraron.
En este tiempo, “los médicos no hemos permanecido ajenos a esta realidad y consideramos como aspecto esencial de nuestra vocación y profesión promover y defender la dignidad de las personas, así como el respeto y derecho a la vida desde la fecundación y su fin natural”.
Los profesionales de la salud expresaron que “existe un adormecimiento colectivo de la conciencia frente a la muerte provocada” de los niños por nacer, ya que en época de pandemia “se ha luchado tenazmente y muchas veces en forma heroica para salvar vidas”.
Lo anterior ha demostrado “un redescubrimiento esperanzador a nivel mundial del valor de la vida humana” pero “resulta paradójico que sigan eliminando miles y miles de niños y niñas en el mundo, los más indefensos, los que aún no han nacido”.