Al final, en esta sociedad tan convulsa, la Iglesia es la única que está defendiendo a los más pequeños ante la ideología de género o el aborto… y van a por ella por qué es la única institución que queda por derribar. Por eso no tenemos que doblegarnos, y ese es el mensaje de Jesús”, señaló Mons. Juan José Omella, arzobispo electo de Barcelona, en la presentación del libro “Relativismo e ideología de género”(Vozdepapel) que tuvo lugar el Logroño, en la Parroquia de San Pablo Apóstol ante 120 personas.
El obispo Omella, tras felicitar Pedro Trevijano por la actualidad y oportunidad de su libro, manifestó que “hay que tener valentía y humildad para predicar la verdad en todo momento”.
El prelado aragonés se refirió al Papa Francisco, “tan querido y social, pero a la vez predica una doctrina clásica. El Papa dice: `Yo no juzgo a nadie, pero no estoy de acuerdo con esto y lo otro…; yo no condeno, pero tampoco estoy de acuerdo con tal cosa…´”.
La amenaza de la ideología de género
Don Juan José Omella se refirió a la amenaza que supone la ideología de género en nuestra sociedad: “Todos somos iguales, es verdad, pero en dignidad. Pero somos distintos físicamente, psicológicamente… No confundamos, somos iguales en dignidad pero el hombre y la mujer son distintos”.
“La ideología de género se va metiendo poco a poco y no le damos importancia y, sin embargo, nos va cambiando, por eso tenemos que estar atentos a esta dictadura del relativismo, que se va metiendo en el corazón de todos, ya sea en lo sexual o en otros temas: qué más da robar que no robar; qué más da hacer el bien que hacer el mal… al final no sabemos lo que es pecado… y vamos perdiendo la orientación de nuestra vida y no somos felices”.
“Hay que destruir a la familia”
Pedro Trevijano, autor de “Relativismo e ideología de género” (Vozdepapel) señaló que el objetivo de la ideología de género es “destruir la familia” según confesiones públicas de Celia Amorós, una de sus difusoras en España.
“¿Es diabólica la ideología de género? -se preguntó el autor ante los asistentes al acto-. Salvo en el punto de la violación, en que estamos de acuerdo, la moral sexual de la ideología de género es la misma que la moral católica, pero al revés. Lo que para nosotros está bien, para ellos está mal y viceversa. Es, por tanto, la moral del pecado, la moral de Satanás”.
Trevijano manifestó que “todo es muy grave en la ideología de género, como el intento de destruir a las familias. Aunque a mí lo que me parece de especial hincapié es el querer corromper a niños, adolescentes y jóvenes”.
Objetivos de la ideología de género
“La ideología de género pretende poner la sexualidad al servicio no del amor sino del placer, con una total libertad sexual que acaba convirtiendo a la persona en esclava de sus más bajos instintos. En nombre de la libertad, pretende terminar con nuestra libertad, que nos pide que seamos capaces de mandar en nosotros mismos, contando para ello con la ayuda de la gracia”.