Cuando se celebran los 225 años de la fundación del primer colegio en España de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Barbastro y el 400 aniversario del inicio de la obra social vicenciana, es motivo para recordar al fundador cuando dos millones de personas en 80 países y cinco continentes continúan la obra vicenciana.
Vicente de Paúl, pudo nacer en Tamarite de Litera (Huesca) en 1576; o en Pouy, pueblo cercano a Dax, ahora llamado Saint Vincent de Paul, en Las Landas, en la Gascuña (Francia), el 24 de abril año 1581. Se manejan las dos fechas.
Era el tercero de seis hermanos. Sus padres eran Juan de Paúl y Beltranda de Moras. La modesta condición de la familia hizo que el niño trabajara como pastor para contribuir a la economía familiar.
Tuvo una brillante carrera académica y grandes iniciativas organizadoras y renovadoras en el terreno religioso. Su proyección es universal.
Estudios y carrera eclesiástica: Se educó con los franciscanos en Dax. Cursó estudios de Filosofía y Teología en Toulouse durante siete años. También en Zaragoza. Se ordenó muy joven, en 1596, en Bidache, con la intención de ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
Tras un viaje a Roma se diluyen las esperanzas que tenía depositadas en esta ciudad y regresa a París, que entonces tenía 400.000 habitantes y era insegura, desordenada, llena de bandoleros y de mendigos.
Contacta con Pierre de Berulle y se integra en el ambiente espiritual más renovador de la ciudad. Toma posesión de la parroquia de Clichy en 1612 y será una etapa decisiva en su vida. Era una comunidad de 800 personas agricultores y hortelanos. Comienza las reformas, catequiza, prepara a los jóvenes para el Ministerio y funda la cofradía del Rosario. Se gana el afecto de todos.
En el año 1613 entró en la casa de los Señores Gondi por recomendación de Berulle, como preceptor de los niños y, posteriormente, director espiritual de Margueritte de Silly, señora de Gondi, que seguirá sus consejos atendiendo a los pobres y visitando enfermos en sus dominios. Philippe Emmanuelle Gondi era almirante de galeras. Acumulaba títulos e inmensas propiedades. Uno de sus hijos estaba predestinado al arzobispado de París, feudo de la familia.
Los viajes por las tierras de los Grondi llevaron a Vicente a un conocimiento de primera mano de las condiciones de vida de la población campesina, y también del clero parroquial.
En 1617, Vicente manifiesta a Bérulle la decisión de dejar la suntuosidad de los Gondi para atender una pobre parroquia rural cerca de Lyon, en Chatillon-les- Dombes.
Los Gondi remueven cielo y tierra para recuperarle y fue nombrado capellán de los dominios de Gondi y capellán general de las galeras lo que aprovecha para una campaña de evangelización.
«Los pobres son nuestros señores y maestros. Junto a ellos la inteligencia se esclarece, el pensamiento se rectifica, la acción se ajusta y la vida se modela desde el interior».
Coincide en París con Francisco de Sales y con Juana de Chantal que se había trasladado a París para fundar el monasterio de la Visitación y acepta ser su capellán. Contacta con la Compañía de Jesús y teólogos jesuitas como el padre Rodríguez.
Convence a los Gondi para que se construya en Marsella un hospital para los condenados a galeras.
Instituye por todas partes Compañías de la Caridad para atender a los pobres con un reglamento preciso y eficaz que comprende: Reparto de responsabilidades, obtención de recursos, criterios de distribución de ayudas, práctica religiosa, relaciones humanas.
Nace la idea de la Congregación de la Misión que es subvencionada por los Gondi.
En 1624 se entrega a Vicente el colegio de Bons Enfants, un edificio abandonado que se convierte en cuna de la nueva Compañía. En 1626 el arzobispo de París aprueba la Congregación, un año más tarde hay conformidad real y en 1633 la papal.
Las Hijas de La Caridad: En 1633 crea en París, en aquella época ciudad deprimida tras la Guerra de los 30 años, la Compañía de la Caridad.
Vicente ayudará a aflorar las cualidades de la delicada joven Louise le Gras, de la familia Marillac y le encarga canalizar el flujo de la caridad y la supervisión de las confraternidades existentes. Louise se implica y capta magníficas colaboradoras como Margueritte Naseau, de Suresnes, y otras jóvenes que posponen su matrimonio. Vicente propone crear una comunidad, naciendo «La confraternidad de las Hijas de la Caridad».
«Si dejáis la oración para curar a un enfermo dejaréis a Dios para encontraros a Dios mismo: curar un enfermo es como recitar una oración»
La fórmula propuesta era audaz porque hasta aquel momento las monjas sólo podían estar recluidas tras las rejas de una clausura.
« Vuestro monasterio serán las casas de los enfermos; vuestra celda una habitación de alquiler; vuestra capilla la iglesia parroquial, vuestro claustro las calles de la ciudad, vuestra clausura, la obediencia; las rejas de vuestro convento el temor de Dios; vuestro velo, la santa modestia», les dice Vicente.
En Barbastro se fundó el primer colegio de las Hijas de san Vicente de Paúl hace 225 años por iniciativa de las monjas altoaragonesas Esperanza Blanc, de Barbastro, y Manuela Lecina, de Besians.
La Compañía llegó a ser una de las más grandes congregaciones de la Iglesia católica.
En el 1638, se encargó de la obra de los niños expósitos. Más de 300 eran abandonados anualmente en las calles de París. Según los casos, asignaba un número de Hijas de la Caridad a la obra y tuvo 13 casas para recibirlos.
Vicente de Paúl recogió un niño abandonado en la rue de la Huchette de París y le hizo bautizar en Saint Severin. Cerca de la entrada de la iglesia hay una vidriera del s XIX que representa a Monsieur Vincent que recoge un niño abandonado y lo hace bautizar, inaugurando así la famosa Institución de «Enfants Trouvés». Esta iglesia, situada en el barrio latino tiene dieciocho capillas y la primera de la izquierda está dedicada al santo.
Esta misma orden religiosa fundó en 1880 el Hospital de Niños Pobres en Barcelona, actual Hospital de Nens. El Dr. Francisco Vidal Solares y Sor Mercedes Viza fueron los iniciadores llevando a cabo una importante labor social de asistencia materno-infantil. Es considerada pionera en Europa de La Gota de Leche que alcanzaría su expansión en Fecamp (Dr. Léon Dufour) y París (Dr. Gaston Variot) y desde allí se difundiría por Francia y Europa.
Unas notas finales: Vicente luchó toda su vida por cuidar la miseria material y moral del mundo que encontró en su caminar. Su compromiso social lo ligó siempre con su capacidad de organización. Hay un momento de su vida en que siendo cesado en el Consejo de Conciencia en el que permaneció entre 1643 y 1652, despliega sus capacidades de organización y plan de ayuda. Así respondía a las dificultades:
«Mientras las Damas de la caridad recaudan las limosnas y las hermanas grises son enviadas a zonas devastadas por las guerras como Lorena, Picardía, Campaña, Isla de francia… se distribuyen herramientas de trabajo, semillas, y alimentos. Publica una circular informativa urgiendo a los nobles y recogiendo fondos. La reina le facilita un salvoconducto para el grano y la harina y abre un centro de aprovisionamiento. Contra las epidemias crea una sociedad que velará para que se entierren los cadáveres y se observen normas de higiene. Esta red atenderá a miles de mendigos y famIlias de todos los rincones de Francia…».
Fue admirado por Luis XIII, Richelieu, Ana de Austria y La Bruyère le cita en sus Caractères. Su primera biografía se publicó a los cuatro años de su muerte por el obispo de Rodez Lous Abelly. Monsieur Vincent fue una película interpretada por Pierre Fresnay con la participación de Jean Anouilh. Voltaire dijo «mi santo es Vicente de Paúl». Henri de Maupas en su discurso fúnebre dijo «ha cambiado la faz de la iglesia»
Fue canonizado en 1737 y nombrado por León XIII Patrón de las Obras de Caridad de todo el mundo en 1885.
Dr. Joaquín Callabed