Dr. Luis Durand
Se trata de una expresión de uso novedoso, claramente despectiva… Actualmente la usan, quienes no quieren al Cristianismo y a la Iglesia Católica, o también, según mi humilde interpretación, quienes están confundidos respecto a los ideales del Cristianismo…
Es una expresión llamativa, ya que también la están usando algunos miembros de la Iglesia Católica, pero que, por la razón que sea, están enojados con el papa Francisco.
Quienes están usando la palabra “pobrismo”, pretenden dar a entender que los “pobristas” QUIEREN que haya más pobres… concretamente acusan al Cristianismo de promover el valor de ser indigentes…
No me había tocado escuchar esta expresión en el pasado, pero todas las dudas son válidas, entre todos podemos ayudarnos a analizar el tema… como católico trataré de generar un disparador inicial, aportando algunos conceptos de nuestra Fe, abierto a seguir reflexionando:
El Cristianismo, y la Iglesia Católica (que forma parte del Cristianismo), por definición, se refieren a quienes siguimos a Cristo.
¿Cuál fue la enseñanza de Cristo respecto a la pobreza?:
– El 1er punto: TODO fue creado por Dios, incluidos los bienes materiales, que son bienes en sí mismos. El punto a entender, se refiere al uso que le damos a los mismos. Según lo que hacemos con esos bienes, procedemos bien o procedemos mal.
– Jesús condena a todo aquel que, por pereza, no aprovecha al máximo sus capacidades productivas. Castiga al que “hace la fácil”, enterrando sus talentos… Jesús condena al vago.
– Jesús condena al que se aprovecha de los demás, sea en la etapa del desarrollo productivo, o más adelante, cuando ya hay bienes producidos.
Estos puntos son CLARÍSIMOS en las enseñanzas de Jesús. No hay ninguna duda que fomenta la producción, se opone al que se aprovecha del otro, y se opone a la vagancia…
Eso si, Jesús QUIERE (esencial en el Cristianismo) que los bienes tengan un uso PRIORITARIO orientado hacia el BIEN COMÚN.
Es muy claro que para el Cristianismo la “voz de mando” del manejo de los bienes producidos debe ser lo que se denomina CARIDAD, que NO es limosna, sino que se refiere a ponerse en el lugar del otro y comprometerse por su situación. Esto, en algunas circunstancias, podría no coincidir con las leyes del mercado.
Ej… el “mercado” puede detectar que hay una oportunidad de negocios ofreciendo determinadas “sustancias” a la juventud… la caridad elige perderse ese negocio… por más floreciente que pudiera ser, y por más que pudiera “movilizar la economía” en otros aspectos… hay un análisis ÉTICO que es prioritario, es anterior al análisis de mercado…
“Dad al César lo que es del César…”
Claramente, Jesús no se entromete en detalles “técnicos” de la productividad… pero es inflexible en que lo PRIORITARIO es cuidar al prójimo.
Si la técnica (ley del mercado, consumismo, industrialización o lo que sea) permite una mayor productividad, ¡BIENVENIDA! … pero tiene un límite… el límite es el cuidado del bien común…
Exactamente eso, compromiso por la situación del semejante, es lo que enseñó Jesús con su propia vida (coherencia), y es lo que ejemplifica en la parábola del “buen samaritano”… parábola que toma el papa Francisco, como eje de su encíclica Fratelli Tutti. Un resumen de esa encíclica puede ser que el papa intenta explicar la diferencia de relación que podemos tener con nuestros semejantes: “una relación de socios, o una relación de hermanos”.
La principal limitante intelectual de quienes inventaron, y usan, la expresión “pobrismo” para acusar al cristianismo como “freno del progreso”, es que:
– o desconocen lo que enseñó Jesús, y atacan a los cristianos por ignorancia.
– o, teniendo alguna noción sobre las palabras de Jesús, les cuesta comprender la diferencia entre “producir para el bien común” vs “producir para la acumulación propia”, de quien tuvo esa capacidad productiva… y tal vez, quiere producir “más todavía”… Producir más está muy bien, el cristiano nunca debe atacar a quien procede en forma individualista, pero si es su deber hacerlo reflexionar.y de nuevo la pregunta: ¿para quien? ¿Para el bien común o solo para mi propio beneficio? Reflexionar…
– Al mismo tiempo, les cuesta comprender que el Cristianismo entiende muy bien la diferencia entre “DAR oportunidades” vs “fomentar la vagancia”.
Es importante aclarar, que la Iglesia habla constantemente de la pobreza. Lo hace en dos sentidos esenciales:
– Hay que AYUDAR a los pobres-indigentes, a aquellos que no tienen lo necesario para la subsistencia.
– Hay que ser pobre DE ESPÍRITU, lo cual significa “no apegarse” a los bienes materiales… lo cual va de la mano con el punto anterior. El evangelio de hoy lunes 16/8/21 se refiere justamente a eso: al espíritu materialista de dar prioridad a la acumulación de bienes materiales en exceso, abandonando la posibilidad de ayudar a aquellos que no tienen lo que a nosotros nos sobra.
La expresión “pobrismo”, EXPONE a quien la usa…
Ya que, o por un lado, acusa sin conocimiento… o, por el otro, podría llegar a hacerlo hasta con mala intención… imposible conocer las verdaderas motivaciones de cada uno…
Resulta difícil de comprender que alguien ACUSE a quien promueve una convivencia social de ayuda mutua… ¿Quién podría combatir una cultura de ayuda?
¿Serán quienes impulsan una cultura del individualismo, que consecuentemente promueven el materialismo y el consumismo desmedido?
A quienes impulsan la cultura de la acumulación en exceso, podría incomodarles que alguien les recuerde que hay gente indigente, a quien le falta lo que a otros les sobra (yo, el primero en poder caer en esa tentación).
Al mismo tiempo, en estos días, a quienes más he escuchado acusar al Cristianismo de “pobristas” son quienes se llaman liberales.
Justamente el Cristianismo tiene a la LIBERTAD como un valor esencial. “La verdad os hará libres”… basados en la posibilidad de acceder a la verdad, Dios nos da el libre albedrío, o sea la posibilidad de elegirlo o no… ¡imagínense si alguien quiere enseñarnos sobre la libertad! Nuestra religión está ESENCIALMENTE basada en la libertad.
No se puede desconocer que buenas políticas económicas que aplicaron libertad de mercados, la promoción del comercio y el consumo, lograron mejoras en el bien común… pero también, en algunas oportunidades hubieron y hay excesos e inconveniencias.
Al mismo tiempo, quienes critican a la Iglesia, deberían reconocer que, acompañando a los enormes errores humanos que tenemos quienes formamos parte de ella, muchos de los grandes avances de la humanidad provienen de sus filas y que, históricamente, alrededor de la mitad de la solidaridad mundial estuvo vinculada al Cristianismo…
Debe quedar muy claro.
El “pobrísmo” no tiene NINGUNA vinculación con el Cristianismo, que promueve la máxima responsabilidad productiva de TODOS y cada uno… con mayor apego a los semejantes, que a los bienes producidos.
Ayudar al prójimo (AMAR – caridad) es el verdadero progreso. Hay mil formas distintas de hacerlo… para ayudar a que hayan menos indigentes, deben participar tanto los expertos técnicos, como las CONCIENCIAS de cada uno… y en este último punto, Cristo quiere menos indigentes, gracias a una convivencia social de ayuda entre todos… y eso es COHERENTE con nuestras conciencias.